Muchas veces tomamos decisiones de viajes que terminan siendo un completo desastre, en ocasiones porque el destino resulta no ser tan atractivo como pintaba, y otras tal vez porque no es nuestro tipo de vacación ideal.

Antes de seguir recomendaciones de terceras personas sobre tus vacaciones personales, debes consultar a la persona que más te conoce, así es, a ti mismo.

Planificar vacaciones puede sonar agotador, no queremos seguir poniendo esfuerzo en organizar, planificar, ver horarios, gastos, necesidades ¡nada de eso! Queremos solo lograr relajarnos por unos cuantos días.

Sin embargo, la diferencia en el éxito de nuestras vacaciones tiene una relación muy estrecha con qué tantas previsiones tomamos, y qué tan listos estábamos para la aventura.

Para comenzar, debemos sincerarnos, un viaje por museos, paisajes hermosos, excursiones aventureras y nos días de relajación en la playa suenan como excelentes actividades, pero hacerlas todas en un corto tiempo más bien resultará tan agotador como un maratón.

Tu destino ideal debe estar enfocado en lo que sinceramente piensas que tu cuerpo te está pidiendo, si quieres un subidón de adrenalina para olvidarnos de la tediosa oficina, por supuesto que es válido, y por otro lado, no te avergüences por solo querer relajarte y dormir.

¿Qué debes tomar en consideración para escoger tu destino?

Lo primero que tomaremos en consideración es la razón por la cual queremos viajar, ya que, como mencionamos anteriormente, no es lo mismo explorar una cultura diferente, que simplemente descansar.

El esforzar a nuestro cerebro a continuar realizando actividades que involucran un gran esfuerzo mental, como conocer a cabalidad una cultura distinta, o realizar actividades demandantes, es perjudicial para la sensación de renovación que buscamos con nuestras vacaciones.

Por el contrario, si lo que nos agota es la monotonía, revitalizarnos con una búsqueda de experiencias es fundamental para volver al trabajo con la mejor disposición, solo no te detengas a ti mismo de escoger la opción que más te beneficie.

Cuidado con quedarnos sin dinero a mitad del viaje

Por otra parte, hacer un plan basado en el presupuesto con el que contamos es fundamental, usualmente es sencillo conseguir distintas ofertas en billetes de avión, o transporte terrestre y marítimo, pero debemos ver más allá.

Los destinos remotos son menos costosos cuando hablamos de boletería, sin embargo, necesitamos considerar los costos de estadía, la alimentación, los paseos y cualquier otra situación que amerite una inversión monetaria.

Viajar a países distintos, donde la moneda vale poco a comparación de la nuestra, puede ser una opción bastante economizadora, a pesar de que nuestros tickets de avión sean un poco más costosos.

No hay que desanimarnos cuando sentimos que el dinero no alcanza, y es por eso que la planificación es tan importante, nos ahorra aquel golpe duro que sentiríamos si no logramos administrarnos de la manera más óptima.

El dinero no lo es todo, lo importante no es la cantidad, sino la calidad, y esta deriva de una buena administración. Lograrás tener tus vacaciones deseadas, y te sentirás excelente al tener planes que se ajustan a ti y no te generan preocupaciones.

El tiempo puede ser nuestro amigo, o nuestro peor enemigo

Una que hayamos resuelto la motivación de nuestras vacaciones, y tengamos listo nuestro presupuesto, debemos tomar en cuenta el tiempo con el que disponemos.

El tiempo tiene un impacto directo, no solo en la duración de nuestras vacaciones, sino también la planificación del destino.

Si contamos tan solo con cinco días de vacaciones, no sería bueno escoger un destino en otro continente, que tomaría excesivas horas perdidas tan solo en llegar.

De nuestra disponibilidad dependerá de si escogemos un grandioso viaje a los acantilados de los Gigantes, y nos entretenemos con la increíble experiencia de realizar kayak en Tenerife, o tal vez optamos por volar al continente africano para conocer las distintas comunidades.

A su vez, es recomendable, para cualquier destino que escojamos, realizar un plan del día a día, que puede ser flexible, por supuesto, pero que permita tener metas realistas de todo lo que podemos disfrutar, para no quedarnos con una sensación de insatisfacción.

Recuerda que recordarás

Todos los viajes son experiencias, y pase lo que pase serán recordados en un futuro.

Si procuramos tener la mejor actitud durante nuestras vacaciones, ver siempre aquellos beneficios y lados positivos, en lugar de enfocarnos en detalles negativos, vamos a disfrutar mucho más, no solo de la experiencia, sino también de los recuerdos.